Capítulo X: La forja del Sistema Solar.
En este nuevo capítulo invito al
lector a proseguir viaje, siempre a bordo de nuestra Máquina
del
Tiempo Imaginaria (MTI). Nos situamos nada menos que hace unos
4.500 millones de años. Estamos en mitad del espacio, pues
la
Tierra aún no existe, sin embargo está a punto de
hacerlo, junto con
el resto de nuestro Sistema Solar. En efecto, nos hallamos
justo en
medio de una nebulosa que flota en mitad de la negrura
estrellada de
uno de los brazos de nuestra galaxia espiral. En algún lugar
cercano
(según parámetros galácticos) una estrella ha llegado a la
fase
final de su vida, agotadas sus últimas reservas de combustible
nuclear, y ha colapsado explotando como una supernova con una
violencia tal que durante un tiempo ha brillado más que todo
el
resto de la galaxia (1) y ha asolado sus alrededores con una
pavorosa onda de choque. Ciertas pruebas (2) apuntan a que
nuestra
nebulosa fue sacudida por dicha onda, y tal vez ello fue lo
que
motivó que parte de ella empezara a colapsar gravitatoriamente
sobre
si misma. En un principio, sin nada que detuviera a la
gravedad, la materia se aglutinó generando
presiones y temperaturas cada vez mayores, hasta que estas
alcanzaron
un nivel tan alto que el hidrógeno, elemento mayoritario de
aquella
nebulosa y del resto del universo, empezó un proceso
denominado
fusión nuclear, por el cual dos de sus átomos se unen formando
uno
de helio. Mediante este mecanismo parte de la masa se
transforma en
energía (3), la cual expande el gas y logra impedir que
prosiga el
colapso gravitatorio. A este delicado equilibrio de fuego
nuclear
empujando hacia el exterior y gravedad hacia el interior, lo
denominamos estrella, y en este caso concreto, nos encontramos
ante
nuestro recién formado Sol.
Por aquel entonces brillaba menos
de un
75 % que en la actualidad (4), pero aún así su radiación emitida, la cual conformó un violento vendaval de partículas ionizadas
denominado viento solar (5), fue
suficiente para alejar gran parte del
gas de sus proximidades (6). Lo que ocurrió después, pese a lo
mucho que se ha estudiado, sigue siendo controvertido, pero a
continuación les ofrezco la teoría más puntera y contrastada
sobre
ello, el denominado "Modelo de Niza" (7), que tal vez
desafíe aquello que creían saber acerca de la forja de nuestro
Sistema Solar. Veamos qué es lo que los científicos que
han elaborado este modelo creen que pasó:
El mencionado viento solar alejó
el
material más voluble (hidrógeno, helio, agua, metano, etc...)
lejos
del propio Sol. En las cercanías del mismo, solo quedaron los
materiales metálicos y rocosos más pesados, como si se tratase
de
una gigantesca decantación. Además, de modo análogo a una
pizza
cuando la haces gitar sobre el eje de la punta de tu dedo
(quien sea
capaz de hacerlo, yo no), todo aquel conjunto de materiales
orbitando
alrededor del Sol formó un desordenado disco. A esta formación
se
la conoce como disco de acreción protoplanetario, y se han
detectado
algunos en estrellas cercanas, los cuales corroboran que
nuestras
teorías al respecto son correctas.
A continuación comenzó el famoso
proceso de acreción por el cual unos fragmentos del material
de la
nebulosa colisionaron con otros, generándose una suerte de
selección
natural a base de mamporrazos por la cual los fragmentos más
grandes
se "comían" a los más pequeños y solo aquellas órbitas
más estables y circulares se veían favorecidas, mientras que
las
demás arrojaban objetos o bien a la abrasadora superficie del
Sol o
bien a las frías profundidades del espacio. Poco a poco, esta
criba
salvaje fue dejando solos a los supervivientes. En lo que se
conoce
como Sistema Solar interior, estos fueron los denominados
"planetas
terrestres": Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Pequeños y
rocosos, su proximidad al astro rey les impidió hacerse con
atmósferas demasiado espesas (recordemos el azote del viento
solar). Por contra, en el Sistema Solar
exterior el poder del Sol se hacía presente con menos
virulencia,
con lo cual allí los planetas pudieron empezar a retener más
gases (al doble de distancia de la fuente, el
viento solar pierde fuerza a la cuarta parte sólo por
efectos de dispersión en el espacio). Cuantos más
gases adquirían, más poderosa se volvía su gravedad y por
lo tanto su capacidad para atraer aún más. Iniciado este
proceso,
no terminó hasta la aparición de los planetas exteriores,
también
denominados como gaseosos gigantes o jupiterianos; se trataba
de los
dos enormes Jupiter y Saturno y los algo más pequeños Urano y
Neptuno.
Bien, hasta aquí lo convencional
que
todos aprendimos o deberíamos de haber aprendido en la
escuela.
Ahora empiezan las sorpresas que nos brindan los últimos
descubrimientos y simulaciones matemáticas. Los gigantes
gaseosos en
realidad se formaron en posiciones distintas a las que ocupan
hoy en
día, muy juntos entre ellos y algo más próximos al Sol. Sin
embargo al poco de nacer se enfrentaron a un peculiar
handicap: a
menudo que iban "limpiando" sus órbitas de todos los
objetos menores que se les cruzaban (y asegurando con ello la
supervivencia de los planetas interiores, dicho sea de paso
(8)),
fueron viendo como sus órbitas iban modificándose y
alterandose
unas a otras a consecuencia de ello. Estaba a punto de empezar
un
violentísimo episodio que conmocionaría a todo el Sistema
Solar.
Pero ahora veamos que estaba ocurriendo por aquel momento en
nuestro
recién surgido planeta.
Hace unos 4.000-3.800 años, la
Tierra
había puesto fin a su lucha por la supervivencia en el
maremagnun de
colisiones de la primigenia formación planetaria (9), y al fin
en
paz (más o menos), su corteza había logrado solidificarse.
Los materiales más antiguos
conocidos
son unos cristales extremadamente resistentes denominados
zircones.
Los hallados en ciertas regiones de Canadá y Australia han
ofrecido
una datación de aproximadamente unos 4.400 millones de años
(10), lo
cual indica que por aquella época ya hubieramos podido
posarnos
sobre la superficie de la Tierra sin haber tenido que
chapotear en un
no demasiado refrescante mar de lava. Al mismo tiempo, según
el
enfriamiento progresaba, el planeta empezó a desgasificarse,
es
decir, a expulsar sus materiales más ligeros mientras que los
más
pesados se acumulaba en lo más profundo. El agua formaba parte
de
estos materiales ligeros, y tras inundar la atmósfera, debió
de
precipitarse formando los primeros océanos. En ellos tal vez
pudo
surgir la vida o no. Nunca lo sabremos, pues todo fue
devastado por
el Gran Bombardeo Tardio.
Para explicar el origen de dicho
bombardeo, dejamos la turbulenta superficie terrestre y
viajamos de
vuelta al Sistema Solar exterior. Allí, los gigantes gaseosos
han
seguido modificando sus órbitas de manera gradual del modo
visto
anteriormente. En primer lugar Júpiter se acercó ligeramente al Sol, mientras que
por contra Saturno,
Neptuno y Urano se alejaron y en el proceso los tres se juntaron aún más. Llegado un determinado instante la órbita de Saturno entró en
resonancia
1:2 con la de Júpiter, es decir, que por cada órbita del
primero el
segundo hacía dos. Estos periódicos "tirones gravitacionales"
de un planeta sobre otro transformó la órbita de Saturno de
circular en
elíptica y ello le acercó a Neptuno y Urano todavía más de lo que ya estaba. Estos dos últimos, mucho
menos pesados que Saturno, fueron acelerados
salvajemente, catapultándose a la helada y sombría periferia
del
Sistema Solar e incluso viendo cruzadas sus órbitas, de tal modo
que
Urano quedó más cerca y Neptuno más lejos del Sol, como
ahora los vemos. Sin embargo, la mencionada periferia no
estaba
vacía: ya había alguien viviendo allí; en su penumbra
dormitaban
numerosos cuerpos del denominado Cinturón de Kuiper, compuesto
por
una multitud de congelados planetoides de los cuales Plutón es
el
más famoso pero no el más grande.
Urano y Neptuno sembraron el caos
en
el Cinturón de Kuiper. Muchos planetoides fueron lanzados al
espacio
interestelar por culpa de las gravedades de estos dos
planetas, otros chocaron con
ellos (Urano orbita actualmente "de lado",
tal vez debido a una de estas colisiones), pero los peores
fueron los
que cayeron sobre el Sistema Solar interior, impactando con
los
planetas interiores en lo que ya denominamos antes como el Gran
Bombardeo
Tardío.
Aquella época no fue un buen momento para estar en la Tierra.
|
El lector que mire o haya mirado la Luna (11) puede ver un
recuerdo de
aquello, sin embargo la Tierra, al ser más grande, se
llevó la peor
parte. Gran parte de la superficie se
licuó y
los oceanos se evaporaron de nuevo. Cualquier forma de vida
que
hubiera podido surgir aquí fue barrida de un plumazo. Podemos
decir
que nuestro planeta se "reseteó". Pero no fuimos los
únicos, quien más quien menos en el Sistema Solar Interior se
llevó
su parte.
Venus gira al revés que todos los
demás planetas (allí el Sol sale por el oeste y se pone por el
este) y su día dura más que su año, quizá un fuerte impacto en
aquella época lo alterara de esta manera. Se piensa no
obstante, que
Neptuno y Urano también nos arrojaron enormes bloques de hielo
denominados "cometas" que pudieron haber enriquecido
nuestro planeta de agua y otros elementos (12). Sea como sea,
la
Tierra se recuperó y al cabo de un tiempo volvió a verse
inundada
de oleados y espumosos océanos, aunque con una atmósfera muy
diferente de la actual: 70% de vapor de agua, 24 % de dióxido
de
carbono y 6% de nitrógeno, más algunas trazas de metano,
amoniaco y
otros elementos. A pesar de ello, en dichas circunstancias
surgió la
vida, allá como hace unos 3.500 millones de años. Pero no se
alteren, esa historia de momento pertenece al futuro. Aún
tenemos al
Sistema Solar recién formado, del modo tan caótico que hemos
descrito. Nos interesará analizar más detenidamente cómo
es y
compararlo con los demás sistemas estelares decubiertos hasta
ahora.
De este modo podremos saber si es o no normal que un planeta
como la
Tierra y un sistema estelar como el nuestro existan, lo cual
desde
luego tiene mucho que decirnos sobre cómo de probable
es que nosotros
estemos aquí y de que "otros" puedan estar por "allá".
Sin embargo me temo que se me acaba ya el espacio y habrá que
esperar a la semana que viene para ver respondidas estas
y otras cuestiones.
Hasta entonces, reciban un cordial e intemporal saludo.
Agradecimientos especiales:
Una temporada más a Paco Arjonilla, sin cuya corrección y asesoramiento este blog no sería lo que es, entre otras cosas los datos relativos al viento solar son contribución suya.
Notas + webgrafía y bibliografía:
(1) Recomiendo leer el libro de
" Cosmos",
de Carl Sagan, así como "Un punto azul pálido", su continuación,
en
donde se describen este y otros asombrosos fenómenos de
nuestro
universo, no obstante, más información sobre las supernovas en
el
capítulo VII de este blog.
(2) John Matson, nº 445 de la
revista
Investigación y Ciencia, en una de cuyas "breaking news"
se habla del reciente análisis de ciertos meteoritos que
habrían
sido calentados y alterados brutalmente con anterioridad al
nacimiento del Sol.
(3) Según la famosa ecuación de
Einstein E = mc²,
de nuevo más información en el capítulo VII de
este
blog.
(4) Todo lo que he podido encontrar
sobre el tema del cambio de luminosidad del Sol a lo largo de
su
historia es el enlace de la Wikipedia que
dejo a continuación. Si
alguien sabe más del tema, le agradecería la información.
http://es.wikipedia.org/wiki/ Constante_solar
(5) En palabras del asesor-corrector de este blog, Paco Arjonilla, << el viento solar es una emisión
continua de partículas: protones, electrones, etc. que empuja
y afecta electromagnéticamente a lo que se va encontrando.
Radiación es más radiación fotónica, que es lo mismo que
radiación electromagnética. Es decir, una cosa son las
radiaciones electromagnéticas del sol, de la cual la luz
visible es una parte de ella, y otra el magnetismo que
produce el viento solar y que también es radiación, solo que
en lugar de originarse en el sol proviene del movimiento de
las partículas ionizadas que forman el viento solar
http://es.wikipedia.org/wiki/ Viento_solar >>.
(6) Sobre ello, Paco Arjonilla opina lo siguiente: << Creo que es razonable pensar en
el viento solar como un flujo de gas iónico en expansión con
origen en el Sol >>. Esta explicación nos da una imagen más rigurosa y completa del fenómeno descrito.
(7) Para más información sobre el
tema busquen "Modelo de Niza" en Google o pídanle a
alguien el nº de julio de 2013 de la revista National
Geographic,
en cuyo artículo "Todo surgió del caos" (escrito por
Robert Irion) he basado gran parte de este capítulo.
(8) En efecto, gracias a la acción
"barredora" de planetas gigantes como Júpiter y los demás
monstruos gaseosos, el sistema solar interior y por ende
nosotros nos
libramos de gran parte de los protoplanetas primigenios que
podrían
habernos mandado al cuerno, a despecho en cualquier caso de lo
que
ocurrió después. En el próximo capítulo lo trateremos con
mayor
profundidad.
(9) Sobre la enigmática formación
de
la Luna durante este periodo, hablaremos la semana que viene.
(10) Véase la publicación de la
prestigiosa revista Nature:
http://www.nature.com/nature/ journal/v409/n6817/abs/ 409175A0.html
(11) GRAIL, una reciente misión de
la
NASA enviada para estudiar la Luna y cuyas siglas significan Gravity
Recovery And Interior Laboratory (o Laboratorio Interior y
de
Recuperación de Gravedad en castellano), ha aportado datos y
pruebas
acerca de la época del Gran Bombardeo Tardio, responsable de
gran
parte de los más enormes cráteres de nuestro satélite. Les
dejaría
el enlace con la web de la NASA, pero por estar
deshabilitada debido
a la falta de fondos, deberán de fiarse de mi palabra o
consultarla
en algún otro momento en el que pueda volver a funcionar.
(12) Hay quien piensa que la vida,
o
los elementos esenciales para la misma, pudieron formarse en
las
profundidades del espacio exterior y venir a la Tierra a bordo
de un
cometa o de algún otro cuerpo celeste. Esta hipótesis
se denomina
"Panspermia" y tiene muchos seguidores entre la comunidad
científica. Para ampliar el punto de vista, enlazo un reciente
descubrimiento científico sobre este tema y el podcast del
programa
de Milenio 3 en donde ello se comenta y discute de un modo muy
interesante y quizá algo extravagante.
¿Encontrada vida extraterrestre en la estratosfera? http://www.abc.es/ciencia/20130920/abci-cientificos-britanicos-creen-haber-201309201137.html
Enlace de Milenio 3 comentando ampliamente la noticia: http://www.ivoox.com/encontrada-vida-extraterrestre-22-09-2013-milenio3-13x03-audios-mp3_rf_2378454_1.html
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