sábado, 8 de junio de 2013

Capítulo V: Un poco más de oscuridad antes de ver la luz

 Capítulo V: Un poco más de oscuridad antes de ver la luz.



  Al fin ha llegado el momento, gentiles lectores. Es el momento de enfrentarnos a un terrible monstruo, a una pregunta que lleva acosándonos desde que empecé este blog. ¿Por qué el universo es como es? ¿De donde salen todas esas peculiaridades que nos preguntábamos la semana pasada? ¿Y como es que nos son tan favorables? Decía al principio que era absurdo responder al porqué de todo y tratar de pelearnos contra el infinito, pero que carajo, eso es justo lo que vamos a hacer. Es una bestia temible, sí, pero nosotros somos unos viajeros del tiempo bien aguerridos y le plantaremos cara. La lucha será tan ardua que no nos llevará uno, sino dos capítulos (de lo contrario nuestros cerebros habrían corrido riesgo de empezar a echar humo e incluso de prenderse fuego). Eso sí, no garantizo al lector ninguna verdad absoluta ¹, me temo que algo así esta actualmente fuera de nuestro alcance, pero nos acercaremos a ella todo lo que podamos, que no será poco. Como incluso dividido, el de hoy será un viaje largo, mejor empecemos cuanto antes.

 Nos quedamos la semana pasada observando una vez más la foto primigenia de la radiación de fondo de microondas mientras nos rascábamos la cabeza pensando en el enigma de la materia oscura. Sin embargo en realidad no habíamos hecho más que arañar la punta del iceberg. Para entenderlo vayamos un paso más lejos y echemos un vistazo a lo que sabemos sobre la forma y límites del universo que habitamos.

 Ya vimos que Albert Einstein nos enseñó como espacio y tiempo son uno y componen juntos la trama de nuestro universo. Concretamente plasmó este hecho en la siguiente ecuación:


 Ese popurrí de letras y símbolos enrevesados excede mis capacidades para comprenderlos y explicarlos en su totalidad, pero aún así podemos sacar algunas cosas en claro de ellos ². En un lado "g y R" representan la métrica y la curvatura del espacio-tiempo. No son algo inmutable, sino que pueden cambiar en función de las otras variables, como un trozo de goma que se estira y se dobla. En el otro tenemos a "T", conocido entre los que saben como "tensor energía-momento" y que para los legos en la materia puede traducirse como la energía y materia totales que hay en el universo (recordemos que ambas son una misma cosa, como ya describrió Einstein con su famosa E = mc² ). En resumen, la incomprensible ecuación de hace unas líneas contiene una Ley de la Gravedad de Newton "mejorada" y además nos viene a decir como la forma de nuestro universo está determinada por la cantidad de materia/energía que contiene, ah, y por si no fuera suficiente también precide cual será su evolución futura en función de dichos factores. Bien, pues cuando Einstein realizó los cálculos oportunos (que seguro que llenaron unas cuantas pizarras) se encontró con que nuestro universo tiende necesariamente a expandirse como si fuera una bolsa de palomitas en un microondas. Pero eso no es lo que él quería, pues les había pedido a los Reyes Magos un universo estático e intemporal, no uno que se expandiera y nos planteara molestas preguntas como "¿expandirse a partir de qué?" y otras similares con las que ya hemos peleado y pelearemos aquí. Así que con un par de narices se sacó de la manga una "constante cosmológica", una letra griega llamada Lambda que tiene aspecto de V dada la vuelta (Λ), y que añadida convenientemente a la ecuación de antes compensaba la irritante tendencia del universo a hincharse como un bollo en el horno. Cuando años después se descubrió que el universo realmente SÍ que estaba en expansión ³, Einstein se arrancó un buen puñado de pelos de la cabeza y calificó aquella Λ como el gran error de su vida. Sin embargo en realidad no estaba tan equivocado como creía... pero antes veamos qué nos cuenta su intrincada ecuación sobre la forma y límites de nuestro universo.

  Decíamos que la "densidad" de energía y materia del universo define su forma. Llamemos Ω a dicha densidad y veamos que nos vaticina. Si Ω es alta, el universo tenderá a curvarse sobre si mismo formando una superficie cerrada y finita como la de una esfera. Por supuesto lo hará en las cuatro dimensiones que veíamos la semana pasada, así que aconsejo al lector que no se esfuerce demasiado tratando de imaginárselo, es inútil. Piense en todo caso en un balón de playa (de Nivea, cual si no) y le será más fácil. Si Ω es por el contrario muy pequeña, el universo se curvará "al revés", es decir, negativamente, como el interior de un cuenco de desayuno o una silla de montar. En este último caso, su superficie podrá extenderse ilimitadamente, como podemos extender un cuenco de desayuno o una silla de montar muy muy grandes, tanto como queramos. Sin embargo, si Ω tuviera un valor concreto y muy especial llamado "densidad crítica", no doblaría en absoluto la trama espacio-temporal de cuatro dimensiones del universo, el cual sería plano como una tabla de planchar.

En esta imagen de penosa resolución podemos apreciar los tres tipos de universos posibles, abierto, plano y cerrado. Las gráficas de la derecha indican su evolución en función del espacio y el tiempo.


Visto lo anterior, si observamos de nuevo nuestra foto primigenia del fondo de radiación de microondas tendremos la clave para responder a esta incógnita sobre Ω.

Esta maldita imagen siempre se las apaña para aparecer. De todos modos prometo que esta es ya la última vez que la pongo. Pero ya que está aquí, observen sus grumos, observen.

  Recordemos como el plasma revuelto y abrasador que emitió esta imagen estaba agitado por varias ondas que teníamos pendientes de analizar. Bueno, pues su "tono fundamental" (su onda de máxima amplitud) generó los "grumos" que vemos en la imagen. Haciendo los cálculos oportunos se obtiene que dichos grumos deben de extenderse en un ángulo de aproximadamente 1º en el cielo (no perdamos de vista que la radiación de fondo de microondas nos llega desde todas direcciones a la vez, y su mapa cubre toda nuestra bóveda celeste). Sin embargo si el universo tiene mucha Ω y está curvado positivamente, la medida de este ángulo será mayor. Piénsese que dibujado sobre la superficie de una esfera los ángulos de un triángulo sumarán más de 180º. En cambio, si Ω es pequeña ocurrirá justo al revés (pruebe a dibujar un triángulo sobre una silla de montar). Finalmente, si Ω se corresponde con la densidad crítica, el ángulo medirá justo lo que tiene que medir según las reglas que nos enseñaban en la escuela (geometría euclídea). La siguiente imagen lo ilustra perfectamente:



  Magnífico, sabiendo esto la medición de los grumos nos revelará la forma y el futuro del universo (jamás pensé que escribiría algo así, parezco un místico). El siguiente dibujo nos lo enseña de modo muy sencillo:

    Traduzco la leyenda. a): Si el universo está cerado los "puntos calientes" (rojos) aparecerán más grandes que su tamaño actual; b): si el universo es plano los "puntos calientes" aparecerán igual que su tamaño actual; c): si el universo es abierto los "puntos calientes" aparecerán más pequeños que su tamaño actual.

  Esto en efecto se hizo y el lector tal vez sospeche cual fue la medida. Así es, exáctamente de 1º, la que cabría esperar en un universo plano como el hule de una mesa de billar en el cual los ángulos de un triángulo gigantesco sumarían justo 180º, como en nuestros ejercicios de geometría del colegio. Asombroso. Siendo esto así, un universo plano podrá extenderse infinitamente, así que en principio no habría límites.


Por supuesto, cuando hablamos de que el universo "no tiene límites" queremos decir que es ilimitado en el espacio y en el tiempo, es decir, que se expandirá eternamente en el tiempo e infinitamente en el espacio (si es que eso significa algo), como nos indica la siguiente gráfica para los tres casos descritos.

  Pero hay más gentiles lectores. Sigamos analizando el tono fundamental de la radiación de fondo de microondas. Veíamos que estaba causado por la gravedad y gracias a esto en él se podía leer la cantidad de materia presente en el universo. Pues de nuevo alguien con mucha paciencia, muchos conocimientos y sobre todo una pizarra muy grande, se puso a calcularlo. Y obtuvo que la materia presente en el universo alcanza el 27 % de la densidad crítica. Pero aún hay más. Dicho tono fundamental tiene también "armónicos", es decir, tonos de longitudes de onda más cortos (múltiplos de su longitud) que viajan con él. El mayor de dichos armónicos no se corresponde con la compresión originada por la gravedad, sino justo al revés, con la repulsión electromagnética que sufrió la materia. Sin embargo solo el 4 % de la materia sufrió dicha repulsión y así se refleja en el armónico. 

Ahí esta la gráfica con el tono fundamental y sus armónicos, no entiendo gran cosa de ella, pero la muestro para que se vea que no me lo estoy inventando.

 Todo cuadra. La materia oscura no sufre la interacción electromagética y constituye el 23% de la densidad crítica, la materia ordinaria sí, y forma el restante 4%. Esto se corresponde a la perfección con las cifras que hallábamos cuando sondeábamos la materia presente en el universo analizando los cúmulos de galaxias. Las teorías sobre nucleosíntesis (Cap. II) también establecen cifras similares para la producción de materia ordinaria apenas 100 segundos tras el Big Bang. Con todo, no podemos ignorar que la materia en su conjunto, oscura o no, alcanza solo el 27 % de la densidad crítica. No obstante acabamos de ver que realmente nuestro universo posee el 100 % de dicha densidad. El 73 % que falta es lo que se conoce como energía oscura.

  Y diría "pero hay más", aunque mejor, antes de afrontar el desafío de la energía oscura, no dejaré con la duda al lector y le aclararé en pocas palabras lo que se piensa hoy en día sobre qué puede ser la materia oscura. Allá vamos, agárrense los machos que esto tiene enjundia.

  Actualmente hay un enigma en la física conocido como "problema de la jerarquía" que se pregunta acerca de por qué las partículas fundamentales que componen el universo tienen las masas que tienen, sobre todo cuando nuestros modelos matemáticos indican que deberían de tener masas más elevadas y los datos que se obtienen en laboratorio encajan muy a regañadientes con ellos (tanto como un bolígrafo que se sostiene sobre la punta). Con el fin de resolver este problema, se teorizó que todas las partículas actuales tendrían unas misteriosas compañeras "supersimétricas". Si el lector le echa un vistazo a la nota 1 del Capítulo II, verá que describía a 3 familias de 4 partículas como las componentes fundamentales de la materia de nuestro universo, las fichas de lego básicas por decirlo de alguna manera, y de las cuales solo las 4 primeras son realmente importantes en nuestra vida cotidiana (electrón, quark down, quark up y neutrino electrónico).

 Aquí están las tres "generacioness" de la materia (ordinaria). Se conoce como "fermiones" a las partículas de espín semientero, mientras que las de espín entero son los llamados "bosones", en azúl y quienes dicho sea de paso actuan de intermediarios de las cuatro fuerzas o interacciones fundamentales de la naturaleza. El gravitón no esta presente, quizá porque aún no se tienen pruebas de su existencia, tendría espín 2 en cualquier caso. Los "leptones" van por libre, mientras que los quarks siempre aparecen confinados en el interior de protones o neutrones (llamados "hadrones" en la jerga, de ahí el nombre del famoso LHC: Large Hadron Collider, o Gran Colisionador de Hadrones en castellano). Además, los quarks son tan peculiares que tienen las cargas eléctricas fraccionadas. Finalmente añadir que las masas (energía muy concentrada en definitiva) se miden en Electronvoltios (la energía cinética de un electrón cuando se le acelera 1 voltio) o en sus superiores órdenes de magnitud (x 1000): Mega/Gigaelectronvoltios, MeV / GeV.  Como ejemplo, el protón tiene una masa de 0,932 GeV, que sin embargo resulta mayor que la que suman sus quarks constituyentes (dos up y un down, el lector puede coger la calculadora si quiere). Esto es debido a que gran parte de la masa del protón se almacena dentro de la propia interacción fuerte que mantiene a los quarks unidos (Cap. II), es por eso que la fusión nuclear que ocurre dentro de las estrellas genera tanta energía, pues cuando se fusionan núcleos de hidrógeno (el átomo más simple) parte de esa energía almacenada en la interacción fuerte se libera (un 0,76% más o menos).


  Luego, teníamos las otras 5 responsables de las interacciones fundamentales (fotón, bosones W y Z, Gluón y Gravitón ). Todas estas partículas tienen una propiedad cuántica llamada "espín". De un modo muy imaginativo se ha descrito dicho espín como el "giro de la partícula sobre si misma", aunque cualquier físico nos diría que esto es abusar un poco de las palabras y que como las partículas no tienen volumen en realidad solo estamos hablando de una medida de su momento angular intrínseco (cara de póquer del 90% de los lectores). Sea como sea, el espín no puede medir cualquier cosa, está cuantizado en múltiplos de ½ (½ , 1, ⅔, 2... etc). Las 12 partículas fundamentales se conocen como "fermiones" y tienen todas espín 1/2 mientras que las otras 5 partículas intermediarias son los "bosones" y cuentan con espín 1, salvo el gravitón, que es muy chulo y vale 2. Visto eso, aclaremos ahora que las simetrías son transformaciones matemáticas que dejan invariables las ecuaciones o fórmulas con las que trabajan. El ejemplo que ponen Alberto Casas y Teresa Rodrigo en su libro "El Bosón de Higgs" es el siguiente:

Distancia recorrida = velocidad x (tiempo final – tiempo inicial)

  Si sumamos la cantidad "q" a los dos valores de tiempo cambiaremos la ecuación, pero no su significado, pues la distancia recorrida seguirá siendo la misma. A esto se le llama "traslación temporal" y expresa una simetría que no cambia con el tiempo. Del mismo modo, hay simetrías que operan con la conservación de la energía, de la carga eléctrica, etc. A estas últimas se las llama simetrías internas, pues mantenemos fijo el sistema de referencia espacio-temporal y solo cambiamos sus valores internos. Las Transformaciones de Lorenz, poniendo otro ejemplo, trabajan con la conservación de la velocidad de la luz tanto desde el punto de vista de observadores en reposo como en movimiento constante. Supimos de ello y de sus peculiares consecuencias al hablar de la Teoría de la Relatividad Especial de Einstein, y se trata de otra simetría de la naturaleza. Gran parte de nuestra física actual se basa en estos conceptos, y ya anuncio que serán claves en el próximo capítulo, sobre todo las conocidas como "simetrías locales", en las cuales puede cambiar cada punto dentro de un mismo campo (como el electromagnético). Pero mejor no adelantemos acontecimientos. Sigamos de momento con lo que tenemos, que ya es bastante.

  Aclarado esto, podemos decir ahora que la Supersimetría es una transformación matemática que nos dice que por cada partícula de espín semientero debe de existir otra de espín entero y viceversa. En otras palabras, el espín se conserva. Por ejemplo, la compañera del electrón será el "selectrón", de espín 0. En cuanto a, mismamente el fotón, por algún lado andará el "fotino", su colega supermimétrico de espín ½. Todo esto parece de broma, lo sé, pero no olvidemos que un dilema parecido se planteó en su día con la materia y una misteriosa contrapartida análoga de carga electrica contraria denominada antimateria, y hoy en día esta última es un hecho. Si aquella simetría de cargas eléctricas fue posible... ¿por qué no esta? 


En este maravilloso esquema creado de modo anónimo y altruista por alguien con tiempo para ello y a quién le estamos muy agradecidos, se nos muestra el nuevo "zoo" de partículas según la Teoría de la Supersimetría. Sospecho que el tamaño de los círculos corresponde a la masa de estas partículas. Sobre el Bosón de Higgs ya hablaremos, ya... (no iba a quedar impune, pero eso será en el siguiente capítulo).

 De todos modos lo curioso de esto sería que las masas de estas partículas sumersimétricas resultarían mucho más elevadas y un grupo de ellas llamadas WIMP (Weakly Interacting Massive Particles *) además resultarían inmunes al electromagnetismo (por ejemplo el neutralino, amigo supersimétrico del escurridizo neutrino, sería una WIMP). ¿Podrían formar estas enmascaradas e hipotéticas partículas la materia oscura? En concreto, la mayoría de las WIMP que se formaron a partir de las elevadísimas temperaturas del Big Bang se habrían aniquilado unas con otras mediante colisiones, tras ello, no habría habido suficiente energía en el universo para formar más (crear mucha masa requiere mucha energía, E = mc²), pero las WIMP supervivientes habrían persistido formando la materia oscura. Toda esta explicación ha sido sometida a precisas simulaciones matemáticas, y dadas la masa de las WIMP y las condiciones del universo primitivo, se ha calculado que el número de WIMP supervivientes correspondería exactamente con el necesario para explicar el origen de la materia oscura. A esta coincidencia se la conoce como "milagro WIMP" y podría ser algo más que simple azar. Esta explicación supersimétrica de la materia oscura parece una teoría razonable, pero de momento solo es eso, una teoría. Nadie ha detectado aún una WIMP, aunque los científicos se empeñan en ello todo lo que pueden. Pero lo que sí que es seguro es que la materia oscura jugó un papel importantísimo a la hora de sumar su gravedad a la de la materia ordinaria y acelerar la formación de galaxias, dentro de las cuales nacerían como vimos las primeras estrellas y también los primeros planetas. Dicho proceso nunca podría haber sido tan rápido y eficaz sin la materia oscura, de lo contrario nosotros no estaríamos aquí haciendo estas preguntas. Así que sí, también la materia oscura aportó su gran y tenebroso "granito de arena" en favor de nuestra existencia. Volveré sobre estas cosas en el siguiente capítulo, pero ahora sigamos.

  Y ahora es cuando al fin puedo escribir (aporreándo fuertemente el teclado) un "pero todavía hay más". Y ya lo creo que lo hay. Calculo que el lector llevará algo más de 15 minutos leyendo, pero le pido un poco más de paciencia, pues justo ahora entramos en la recta final de este primer asalto.

  Cuando los científicos supieron del Big Bang y de como nuestro universo se expandía, inmediatamente se pusieron (ecuaciones de Einstein en mano) a calcular la velocidad de dicha expansión y hacia donde nos conduciría. Piénsese que dicha expansión inicial se ha tenido que ir viendo frenada por culpa de la gravedad. Siendo esto así... ¿Su impulso sería suficientemente fuerte como para derrotar a la atracción gravitatoria y proseguir indefinidamente? ¿O la gravedad terminaría por ganar la partida y hacer que todo el espacio volviera a colapsarse en un inmenso "Big Crunch"? Era el mismo debate de si vivimos en un universo abierto o cerrado. La siguiente imagen lo expresa de maravilla:

Alerta de spoiler: la leyenda de la imagen trata de cuestiones que comentaré el siguiente capítulo.
 
 Entonces en 1998 llegó el golpe. Dos prestigiosos equipos de investigadores descubrieron simultáneamente algo demoledor: la expansión del universo lejos de frenarse en realidad se esta acelerando. Empezó a hacerlo hace 5.000 millones de años. Las ecuaciones de Einstein no predicen esto, a menos que introduzcamos de nuevo una constante cosmológica... ¡Λ vuelve!  Aunque ni siquiera sabemos si es constante en el tiempo o no, pero sea como sea, de alguna manera actua como una poderosa fuerza antigravitatoria. Una repulsión gravitatoria nos parece algo propio de la ciencia ficción, pero no, ahí está. Los resultados obtenidos al analizar la expansión acelerada del universo (estudiando la luz de ciertas supernovas, véase nota 2) nos revelaron que esta repulsión correspondería aproximadamente con el 70 % de la densidad crítica. Como los datos de antes para la energía oscura, y es que es de ella de quien estamos hablando en realidad. Así es gentiles lectores, nuestro universo está dominado por una energía que no sabemos qué es ni de donde sale pero que es la responsable de que su destino sea expandirse infinitamente hasta quedar convertido en una especie de frío y tenue gas repartido al azar en algún lugar en medio de la nada. No obstante, quizá a algún avispado lector no se le haya escapado un detalle extraño. Decimos que la energía oscura coincide justo ahora con la densidad crítica del universo. Pero esto no puede haber sido siempre así. Mientras el universo se expande, la densidad de materia y energía van disminuyendo, pues se crea más espacio en medio. Sin embargo la energía oscura esta asociada al espacio mismo y debería de crecer junto con él. Por ello, al comienzo de la expansión cósmica, el papel de la energía oscura era muy pequeño, pero según se ha ido extendiendo el espacio en el que se asienta su fuerza ha ido creciendo cada vez más, hasta que hace 5.000 millones de años fue capaz de empezar a acelarar la propia expansión. Y justo AHORA el valor de la energía oscura ha coincidido con el de la densidad crítica. A esto se le conoce como la "coincidencia cósmica". Y en el futuro, en virtud de este mismo razonamiento, la energía oscura será más y más poderosa hasta que termine por hacer trizas a nuestro universo (el "Big Rip" o "Gran Ruptura"). Bonito destino, aunque aún falta una cantidad de tiempo inimaginable para ello, así que pueden relajarse los lectores.

Aquí vemos como nuestro Universo parece destinado a expandirse en el espacio y el tiempo ilimitadamente y de manera cada vez más vertiginosa según pasen los miles de millones de años, aunque todo dependerá de hasta que punto la energía oscura sea constante o no en el tiempo.

 Y después de todos estos quiebros y requiebros de nuetra complicada trama, al fin hemos dejado preparado el camino para el asalto final al porqué de todo y a las últimas preguntas que nos quedan. Mas eso será la semana que viene. Hasta entonces, sean felices.



Notas:


* Partículas masivas de interacción débil.


¹ Si es que acaso existe realmente algo así. Tal vez este concepto solo sea una quimera y no haya más que azar y arbitrariedad en el universo en el que vivimos. No obstante, a nivel personal siempre he pensado que en algún lado tiene que haber unas reglas de juego, al margen de como hayan sido creadas, de otro modo las cosas ocurrirían de un modo tan gratuito que serían prácticamente cosa de magia, algo en lo que no creo. A fin de cuentas, hasta donde yo sé todo efecto tiene su causa. Mas este tipo de filosofías mejor dejarlas para el siguiente capítulo.

² En los años 20 del S. XX, el astrónomo Edwin Hubble descubrió que todas las galaxias se alejan de nosotros. Para ello se valió del conocido como "Efecto Doppler". Un ejemplo cotidiano de este efecto: cuando un coche se nos acerca sus ondas sonoras se comprimen y nos suena agudo, cuando se aleja estas se separan y nos suena más grave. Algo así ocurre con la luz. Si se acerca algo a gran velocidad su luz se "corre al azul", y si se aleja se "corre al rojo". Pues bien, Hubble descubrió que la luz de casi todas las galaxias se corre al rojo, y cuando más lejanas, más extremo es este corrimiento, es decir, más deprisa se alejan, prueba inequívoca de la expansión de nuestro Universo. La Constante de Hubble (Hₒ) nos viene a decir como de lejos está una galaxia en función de su corrimiento al rojo. Dando una vuelta más de tuerca al concepto, tenemos la llamada "Esfera de Hubble" (su radio: c / Hₒ), la cual nos limita la distancia a la que podemos observar nuestro universo, pues llega un momento en que las galaxias están tan tan tan lejos que se alejan de nosotros más rápido que la velocidad de la luz, es decir, que un rayo de luz emitido por ellas jamás podría llegarnos por mucho tiempo que pasara. Por supuesto, esta velocidad superior a la luz es solo aparente, pero basta para incomunicarnos con lo que quiera que haya "más allá".

³ Aunque él no lo sepa, estoy en deuda con Alberto Casas, científico, escritor y dibulgador del CSIC, por acercarme este y otros complejos conceptos gracias a sus libros, que cito siempre en la bibliografía. Si llega a leerme, le pido disculpas si a veces soy un poco literal en los plagios que hago de su obra, ¿pero como mejorar lo inmejorable?

# Por el momento el gravitón no ha podido ser detectado y tan solo es una especulación. Correspondería a un intento de introducir a la gravedad dentro del Modelo Estándar de la física (véase capítulo II y siguiente capítulo), dotándola de una partícula portadora de esta interacción al igual que ocurre con las otras tres (núclear fuerte y débil, y electromagnética). Sin embargo los enormes problemas matemáticos y experimentales que esto plantea aún no han podido ser resueltos. De momento la teoría de la Relatividad General de Einstein junto con la Física Cuántica (cuyo máximo exponente es el Modelo Estándar), nos dan una descripción útil sobre la realidad, pero no una visión global, puesto que se resisten a "trabajar juntas".



Agradecimientos: Una vez más a Paco Arjonilla por su asesoramiento teórico y en especial por hacerme ver como los ángulos dibujados dentro de un cuenco de cereales medirían lo mismo que si estuvieran dibujados sobre su exterior o
sobre una esfera de similares proporciones. Estos son todos casos de "curvatura positiva", su análoga negativa es más difícil de ver, y encuentra en el ejemplo de la silla de montar su visión más clara. He corregido estas erratas y además dejo un link de Wikipedia y una imagen para quién quiera profundizar en estos temas. La figura de la izquierda muestra una curvatura negativa, la del centro plana y la de la derecha positiva, cortesía de Wikipedia.

http://es.wikipedia.org/wiki/Geometr%C3%ADa_diferencial_de_superficies





Bibliografía:

- "El Bosón de Higgs", Alberto Casas y Teresa Rodrigo, editado por Catara y por el CSIC.


- "El Lado Oscuro del Universo", Alberto Casas, editado por Catara y por el CSIC.

- "Mundos Oscuros", Jonathan Feng y Mark Trodden, revista "Investigación y Ciencia", nº 412 de enero de 2011.




Webgrafía:




 

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